A las chicas, a mis chicas.
... realizas un viaje con buena compañía.
La noche era fría y el día caluroso. Allí estaban ellas, con el pelo ondulado por la humedad, la piel de color caramelo y las ganas intactas. Hacia mucho tiempo que no estaban juntas, pero aquelals vacaciones eran diferentes. No estaban todas, pero todas las que estaban eran ante todo y ante todos amigas. Cada una con sus manias, con sus costumbres, con sus ganas... Unas preferían tostarse al sol, otras pasear a la orilla del mar y las que menos conocer el pueblo. Tenían cosas en común y otras menos, que las separaban. Eran amigas. La amistad une mucho y eso lo sabían las siete que habían ido a este viaje pero también lo sabían las tres que faltaban y que habían sido recordadas por esta humilde escritora, en este humilde bar, mientras se tomaba una Coca-Cola con hielo y limón.
