Hola, Qué taaaal??? Espero que disfruteis leyendo este blog y que seáis vosotros los que me conteis a mi, cosas inesperadas.

Saludos!!


lunes, 8 de noviembre de 2010

SURREALISMO MONJIL

... hay un incidente con la puerta.




Podría haber pasado cualquier domingo de cualquier mes en cualquier residencia de estudiantes de España. Sin embargo, pasó un domingo de octubre en la residencia donde vivo desde hace algún tiempo. Mi residencia es de monjas, que con generosidad y paciencia nos hacen la estancia lo más agradable posible. Ese domingo había misa y cena para todas las residentes y Sor Antonia vino a buscarnos para decirnos lo que teníamos que hacer por la noche durante la fiesta.

Estábamos en la sala de la televisión, una habitación común con sillones alargados de cuero marrón colocados en semicírculo en torno a la tele, cuando Sor Antonia vino a buscarnos.

-¿Podéis bajar?, es un momento, solamente para explicaros lo que tenéis que hacer.

Estábamos con los ordenadores y para evitar imprevistos tales como robos, cerró la puerta con el pestillo del pomo para abrirla después con la llave. Dejando los portátiles dentro y la tele encendida bajamos al primer piso para recibir las instrucciones.

Cuando regresamos de nuevo a la sala, Sor Antonia sacó su llave, la metió en la cerradura y la giró, pero la gran puerta de cristales no se abrió.

-No os preocupéis- nos dijo-voy a buscar a Sor Ana que tiene llave maestra.

Al poco rato apareció con ella y con la llave, intentó abrir y la cerradura tampoco respondió. Se fueron, dejándonos frente a la puerta, en busca de alguna herramienta y antes de que llegaran ya habían aparecido tres monjas más para probar sus respectivas llaves. Ninguna abría la puerta y en el interior, la tele nos hacía llegar los diálogos de la película de la tarde.

Ya estaban Sor Ana, Sor Antonia y tres monjas más cuando apareció una sexta. Esta traía un pequeño destornillador con el único fin de hacer palanca.

-¿Con esta mierda de destornillador piensas abrir?-dijo Sor Ana haciendo una mueca.

Este comentario hizo que todas las que allí estábamos estalláramos en risas.

El pequeño destornillador no hizo ningún efecto en el pomo de la puerta. Así que a Sor Antonia no se le ocurrió otra cosa que comenzar a dar patadas al estilo de Yaki Chang.

No podía parar de reír, la escena era surrealista. Seis monjas alrededor de una puerta que no se abría.

Una monja trajo un martillo y con el destornillador en la cerradura comenzaron a dar golpes. La madera se astillaba y la puerta seguía sin abrirse. Mis ojos empujados por la fuerza de la risa no podían parar de llorar. En medio de los martillazos y viendo que la puerta no cedía, una de ellas preguntó.

-¿Cuál es el santo de los imposibles?

Otra voz, que sonó más fuerte contestó rápidamente.

-¡Santa Rita!

Por lo que dijo más tarde, lo supo tan rápido porque es la patrona de su pueblo.

Me volvió a entrar la risa que se había calmado por momentos.

Los martillazos volvieron a sonar en medio del alborozo. Cuando sonó otra pregunta.

-¿Y el de la paciencia?

-El Santo Job- dije en medio de mi risa. Todas las mojas me miraron estupefactas.

La puerta no se abría, las chicas no podíamos parar de reír y todas las monjas intentando lo imposible.

Una bombilla, de esas que se encienden cuando menos te lo esperas en la mente, se encendió en medio de mi hilaridad. Si la puerta tiene dos hojas, de alguna manera se podría abrir. La luz que me iluminó hizo que pensara en la pestaña que sujeta una parte al suelo y deja abrirse a la otra. Les dije a las monjas que me dejaran probar a ver si podía.

Una de mis amigas hizo palanca en la parte móvil y pude subir la pestaña del seguro de la parte de abajo. Hicimos la misma operación en la parte superior. Un pequeño empujón y la puerta se abrió.

Todas las monjas se quedaron de piedra. Habían empujado, dado patadas, martillazos y no habían conseguido nada. La clave estaba simplemente en levantar un par de pestañas.

La puerta quedó destrozada y al día siguiente el pobre chico, que se encarga de los arreglos, tuvo que pasarse toda la mañana arreglando el estropicio que se había formado la tarde anterior.


3 comentarios:

  1. jajaja más vale maña que fuerza!

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  2. jajaj aiii las monjas!!!! jajaj

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  3. Jajajaja, Laura!!! Soy Elenaa tu ex compañera de residencia, me has hecho muchissimo reir!!! Acordandome de esas historias!!!

    Ya me dijo laura, que estas bien, te mando un beso gigante!! y me inscribo a tu blog ya!!! Solo por estos relatos y por muchos otros que tienes, que son maravillosos, me apunto a ti!!!

    Un beso grande, espero que me recuerdes!! ;)

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